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Nació en 1542 en Fontiveros (Avila) y perdió a su padre cuando tenía seis años. Pocos años después su madre se trasladó a Medina del Campo, en donde estudió Humanidades en el Colegio de Jesuitas. Ingresó en la orden religiosa Carmelita y marcha a Salamanca para cursar estudios de Teología en su célebre universidad. En el año 1567 es ordenado sacerdote, y adopta el nuevo y definitivo nombre de Juan de la Cruz. Trabó una gran amistad con Teresa de Jesús, que le integró en el movimiento de la reforma carmelita que ella había iniciado. En 1568 Juan de la Cruz fundó el primer convento de Carmelitas Descalzos, los cuales practicaban a ultranza la contemplación y la austeridad. En 1577 es apresado en un convento de Toledo, acusado de apóstata por querer reformar su órden monástica. Es en su cautiverio en esta cárcel-convento de Toledo cuando compone su obra cumbre: “Cántico espiritual”. Sorprendentemente, el monje huye de allí, en 1578, estando la fortaleza en un peligroso acantilado sobre el Tajo profundo que ciñe a Toledo. En su huida contó con la ayuda de Teresa de Jesús; se dirigió hacia Jaén donde continuó con la reforma carmelitana y fundó varios conventos en la zona. Allí fue nombrado Vicario Provincial de la orden de Carmelitas Descalzos; pero él siguió con su reforma, lo que le llevó a enfrentamientos con la jerarquía religiosa y a sufrir nueva prisión. Cuando por fin es excarcelado y se dispone a cumplir con el traslado que se le impone a América, el 14 de diciembre de 1591 muere a la edad de 49 años en Úbeda. 135 años después, es elevado a la categoría de santo, por la iglesia católica. Sus restos descansan en Segovia.
Además del Cántico ya citado, tiene otros dos poermarios célebres, “Noche oscura” y “Llama de amor viva”; y un conjunto de poemas menores.
